Conviene recordar que hay individuos creativos por naturaleza, como los hay pragmáticos, resolutivos, conciliadores, calculadores…

Los creativos son individuos de personalidad compleja, presentando opuestos rasgos de personalidad en diferentes momentos. Los creativos son individuos a la vez, y según el caso, agudos e ingenuos, extrovertidos e introvertidos, humildes y orgullosos, agresivos y protectores, realistas y fantasiosos, rebeldes y conservadores, enérgicos y pausados…Son personas que en sus reflexiones cotidianas no sólo se preguntan el qué y el cómo: también se preguntan por qué, incluso varias veces.

Rasgos de comportamiento de las personas más creativas:

  • Investigan nuevas posibilidades
  • Se automotivan
  • Se preocupan por el futuro
  • Ven posibilidades en lo imposible
  • Asumen riesgos
  • Tienden al movimiento y la interacción
  • No temen parecer tontos o infantiles
  • Ven conexiones ocultas
  • Se concentran en retos y problemas
  • Se muestran perspicaces.
  • Aprenden continuamente
  • Concilian la intuición y el análisis
  • Se comunican de forma efectiva
  • No se desalientan fácilmente
  • Su individualismo no les impide trabajar en equipo, si se les deja espacio.

Aunque hay, efectivamente, personas más creativas que otras, todos podemos elevar nuestra creatividad, mediante, la mejora de todos o algunos elementos facilitadores de la misma: imaginación, información/ formación, automotivación, tesón, y concentración.

Cabe pensar que es difícil mejorar la imaginación, aunque algo puede hacerse; pero en los otros facilitadores hay bastante más capacidad de maniobra. Así es: por mucha imaginación que tengamos, si se nos oculta información o se nos impide concentrarnos, poco podemos hacer. La concentración supone focalizar la atención y no dispersarla.

Unas personas tienen tendencia a distribuir o dispersar su atención y otras a concentrarla; unas personas tienen tendencia a centrar su atención en las cosas positivas y otras en las negativas; unas personas atienden a detalles o matices que resultan inapreciables para otras.

La atención es un recurso limitado: cuando prestamos atención, también la restamos; hemos de restar atención a unos campos para prestársela en mayor dosis a otros.

Hay algunos directivos que piensan que la creatividad es cosa suya y no de sus colaboradores; que no consideran buena ninguna idea que no se les haya ocurrido a ellos. Pero lógicamente, también hay directivos que alientan, y no sofocan, la creatividad de sus colaboradores, y son bien conscientes del papel que, como directivos, les corresponde en la innovación:

  • Creación de climas propicios
  • Informar y desarrollar a los colaboradores
  • Difusión de la creatividad como valor
  • Receptividad a las sugerencias
  • Identificación de los focos de innovación
  • Análisis y definición de problemas
  • Evaluación de las propuestas innovadoras.
  • Puesta en práctica de las ideas valiosas
  • Reconocimiento de los esfuerzos creativos

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